El monito del monte, también llamado chumaihuén (Dromiciops gliroides), es un marsupial del sur de Chile y el sudoeste de la Argentina. Se destaca por ser el único representante viviente del orden Microbiotheria, el cual está más emparentado con los marsupiales de Australia que con los otros marsupiales de América del Sur.
Es considerado un fósil viviente, ya que todos los otros miembros conocidos del orden se extinguieron entre el Oligoceno y el Mioceno. Se ignora si los remotos ancestros del monito del monte llegaron a Américadesde Australia a través de la Antártida, o bien se encontraban allí desde la época en que ambos continentes estaban unidos formando Gondwana.
Hábitat y distribución
Dromiciops gliroides es endémico de los bosques templados del noroeste de la Patagonia Argentina y del centro-sur de Chile. Su distribución geográfica abarca desde la Reserva Nacional Los Ruiles en la Región del Maule por el norte, hasta la desembocadura del río Inio en la isla de Chiloé por el oeste y sur, y hasta el paso fronterizo Pino Hachado por el este. En Argentina se encuentra en las provincias de Río Negro y Neuquén, además del noroeste de la provincia de Chubut.2 El conocimiento sobre su distribución ha estado en constante crecimiento desde 1870, ya que diversos estudios han registrado nuevas localidades en donde el marsupial habita. En 2010 un estudio recopiló y analizó estos registros, conformando el modelo distributivo actual. Dromiciops gliroides ha sido documentado en más de 88 localidades desde su descubrimiento, la mayoría de ellas en Chile.
La especie reside en la zona norte y central de la ecorregión bosque templado valdiviano en donde habita, principalmente, en las subregiones bosque andino —con asociaciones de Nothofagus-Fitzroya y Nothogafus-Araucaria—, bosque maulino costero y bosque valdiviano, que conforman el 80 % del hábitat de la especie.1 Prefiere los bosques primarios húmedos y fríos, y evita en lo posible bosques secundarios y matorrales. En 2009, un estudio de telemetría estudio un área en donde los tres tipos de hábitat coexistían. Este mostró que el uso de hábitat corresponde en un 97 % a bosques primarios, 2 % a bosques secundarios y 1 % a matorrales.
Su presencia está directamente relacionada con la de ciertas plantas con las cuales presenta una relación de simpatría. Su abundancia decae si el porcentaje de cobertura de caña de colihue (Chusquea culeou) es menor al 10 %. Una vez que los requerimientos de colihue se cumplen, su presencia depende de la disponibilidad de frutos de quintral (Tristerix corymbosus). Áreas con más del 10 % de colihue, pero con nula presencia de quintral contienen entre 5 y 7 individuos por hectárea (ind/ha). En cambio, áreas con la misma cantidad de colihue, pero con abundante quintral albergan hasta 25 ind/ha
Anatomía y fisiología
El monito del monte es un mamífero pequeño, con un hocico corto, cara puntiaguda y pequeñas orejas redondas. Las medidas promedio en los adultos son: 210 mm desde la cabeza a la cola, 100 mm la cabeza y el cuerpo y 110 mm solo la cola. La cola es prensil, peluda y gorda, especialmente cerca de la base, donde acumula grasas antes de hibernar. Posee pulgares oponibles y un área de piel desnuda en la punta interna de la cola, características que usa para desplazarse por la ramas de los árboles. Pesa entre 16 y 46 gramos. Dromiciops gliroides exhibe un leve dimorfismo sexual: las hembras son más grandes que los machos, especialmente durante el periodo anterior a la hibernación.
El pelaje del monito del mote es corto, denso y de coloración parda que se oscurece en el área dorsal. La cara es de color gris-pálido, con anillos negros alrededor de los ojos. La nuca es de color rufo o canela, que se vuelve más pálido en los costados. Asimismo, posee varias manchas blanquecinas justo alrededor de los hombros y detrás de las caderas. El vientre es blanco-amarillento con una coloración gris-pálida en la parte interna de las patas.
la dentadura posee 50 dientes: nueve incisivos, cinco superiores y cuatro inferiores, un canino superior y otro inferior, seis premolares, tres superiores y tres inferiores, y ocho molares, cuatro superiores y cuatro inferiores. La dentición decidua es similar a la permanente, solo que posee un incisivo inferior adicional. El monito del monte presenta un gran número de anomalías dentarias en comparación a otras especies de marsupiales. Esta anomalías están presentes en el 8,8% de los especímenes e incluyen dientes supernumerarios y fusiones de dientes.
Faneróptica y anatomía
El monito del monte es apenas mayor que un ratón común, y aunque sea de menor tamaño que los didélfidos, da la sensación de ser un animal más robusto debido a la densa capa que lo recubre, preparándolo para soportar bajas temperaturas.
El pelo es denso y suave, de color pardo-grisáceo o bayo, con la región ventral blancuzca; muestra franjas oscuras en la espalda y los flancos.
Las orejas son más pequeñas que las del resto de los marsupiales americanos, y están cubiertas de pelo. Los ojos, pequeños y oscuros, están rodeados por una mancha de pelo negro. La frente y la cabeza están surcadas por una línea negra longitudinal.
Los pulgares son oponibles al resto.
La cola mide entre 10 y 13 cm, parcialmente prensil y cubierta por un denso y corto pelaje, similar al del resto del cuerpo en el tercio proximal, y tieso y ligeramente más claro en los dos tercios distales. Los dos o tres últimos centímetros de la cola, están desnudos en la superficie ventral. En ella se deposita abundante tejido adiposo que le ayudará a sobrevivir durante los meses de hibernación.
Las hembras poseen un marsupio bien desarrollado en cuyo interior se disponen cuatro mamas.
Reproducción
también Reproducción de los marsupiales...
Dromicips gliroides alcanza la madurez sexual en el segundo año de vida. Las hembras son monoéstricas, por lo que crían una sola camada al año, la cual consiste normalmente de dos a cuatro crías. La temporada reproductiva comienza a fines de invierno y termina a comienzos de la primavera; de agosto a septiembre. Después de la concepción —y una vez que el blastocito se implanta en el endometrio— se forma una placenta coriovitelina que nutre al embrión.
El desarrollo intrauterino dura de tres a cuatro semanas, hasta finales de octubre. Durante este periodo la madre desarrolla el marsupio y las glándulas mamarias. El parto ocurre a principios de noviembre, y los neonatos migran desde la vagina hasta el marsupio. En este punto las crías ya poseen estomodeo, sistema olfativo y extremidades traseras. El desarrollo dentro del marsupio dura dos meses aproximadamente, de noviembre a diciembre, en los cuales la camada se mantiene aferrada firmemente a los pezones de la madre. Una vez que las capacidades motoras aumentan, los monitos del monte juveniles pueden abandonar el marsupio por cortos periodos de tiempo. Durante febrero, las crías realizan pequeñas excursiones sin el resguardo de su madre, pero manteniéndose en todo momento unidas entre ellas. Para fines de marzo los monitos del monte ya son totalmente autónomos, si bien no dejan de amamantar hasta el fin de la temporada reproductiva en abril.
Comportamiento
Son animales de hábitos nocturnos y arborícolas, que construyen nidos esféricos con hojas de quilas (Chusquea quila). En ellos se refugian mientras las condiciones climáticas son adversas. No obstante, cuando éstas son extremadamente rigurosas, como es costumbre en el invierno austral en los Andes, estos animales hibernan hasta la primavera.
También son utilizados para albergar las crías una vez que han sido destetadas. Los nidos son encaramados entre la vegetación a aproximadamente 2 m de altura. También aprovechan otros abandonados por aves u otros animales e incluso hacerlos en huecos de troncos caídos, impermeabilizando las paredes de los mismos con hojas frescas.
Parece ser que sólo forman parejas durante la época de celo, y el resto del año, las únicas asociaciones existentes en esta especie son las de la madre con la cría.
Dieta
Dromiciops gliroides es un omnívoro generalista, es decir, necesita artrópodos —ricos en proteínas— y frutos —ricos en azúcares— para abastecer sus requerimientos nutricionales. La dieta del marsupial varía estacionalmente, debido probablemente a la disponibilidad. En verano cuando la presencia de frutos es mayor, su consumo aumenta. En cambio, en primavera la dieta de D. gliroides pasa a ser más insectívora, debido en parte a la necesidad de una dieta alta en proteínas para el apareo. Una dieta rica en frutos a fines del verano podría estar relacionada con la necesidad de almacenar grasa y azúcares para el invierno.9 10
Un estudió analizó las proporciones dietarias de las poblaciones de monitos del monte en Chiloé mediante estudios de muestras fecales, tanto en bosques primarios (BP) como en bosques de tala selectiva (BTS). Los artrópodos representaron más de un 40 % de los elementos encontrados y fueron la principal fuente de alimento tanto en BP como en BTS, aunque su presencia fue mayor en estos últimos. Según el estudio esto se debió a que en los BTS los doseles arbóreos son más abiertos, lo que aumenta la cobertura de caña, donde estos insectos habitan. Coleoptera y Orthoptera fueron los artrópodos más frecuentes, con una presencia en 43 % y 25 % de las muestras, respectivamente. Otros taxones, como Lepidoptera, Hymenoptera y Hemiptera también fueron encontrados, aunque en menor frecuencia. Por otro lado, se encontraron las semillas de 12 plantas diferentes, entre ellas epifitas, enredaderas, y arbustos.9 Otro estudio analizó la dieta de D. gliroides cerca de Valdivia y llegó a resultados similares. Los invertebrados correspondieron a un 79,7 % de la dieta, abundaron en primavera y su consumo decreció en verano y otoño. En cambio, los frutos abundaron en verano y su consumo varió de forma inversa.
Si bien D. gliroides necesita una dieta omnívora, exhibe una serie de plasticidades fenotípicas en función de la dieta consumida —insectivora, frugívora o mixta—. El consumo de oxígeno aumenta durante una dieta específica, ya sea de insectos o frutos. La perdida de agua evaporativa es mayor en una dieta frugívora, decrece en una dieta mixta y llega a su punto más bajo durante una dieta insectívora. En cambio, el hígado —el órgano encargado de metabolizar las proteínas y las grasas— aumenta de tamaño durante una dieta insectívora. El intestino delgado también aumentó de tamaño en esa dieta, probablemente para mejorar la digestión de proteínas y otros elementos presentes en artrópodos, como los exoesqueletos. La producción de enzimas digestivas también depende de la alimentación del monito del monte. En una dieta insectívora la síntesis de aminopeptidasa N incrementa, especialmente en la última parte del tracto intestinal. En cambio, durante una dieta frugívora, la síntesis de maltasa y sacarasa se dispara.
Dromiciops gliroides es el principal dispersor de semillas de al menos 16 especies de plantas diferentes, que conforman el 80% de las plantas con frutos de su ecosistema. Seis de ellas son dispersadas únicamente por el monito del monte: Tristerix corymbosus, Asteranthera ovata, Cissus striata, Desfontainia spinosa, Luzuriaga sp., Mitraria coccinea. El resto, en cambio, también es dispersado por aves frugívoras como el fio-fio (Elaenia albiceps) y el zorzal chileno (Turdus falcklandii). Cabe destacarse su relación mutualista con el quintral (Tristerix corymbosus). Esta hemiparásita posee un rol vital para la conservación de los bosques templados de la Patagonia. Aparte de ser un factor de mortalidad para las plantas hospedadoras, su néctar es la principal fuente de alimento del picaflor rubí (Sephanoides sephaniodes) durante los meses de invierno.10 28 A su vez, S. sephanoides es el único polinizador de al menos 20% de las especies de su bioma, incluida T. corymbosus.29
Dromiciops gliroides dispersa semillas de frutos que otros animales rechazarían debido a su color o tamaño. Por ejemplo, E. albiceps y T. falcklandii, las principales aves dispersoras en los bosques del sur de Chile, solo pueden consumir frutos de hasta cierto tamaño, 8 mm y 11 mm respectivamente. El monito del monte, por otro lado, puede alimentarse de frutos de más de 11 mm de diámetro. Se ha documentado una relación entre el tipo de dispersor de un planta y el color de la fruta que produce. Las especies dispersadas por mamíferos son generalmente verdes, en cambio, las dispersadas por aves son de colores más fuertes, como amarillo, rojo y negro. Esta relación es particularmente evidente en el caso de T. corymbosus. Los especímenes ubicados en el norte, en los matorrales chilenos, exhiben una coloración amarilla. En cambio, los que habitan en el sur, en los bosques templados, exhiben una coloración verde. Se ha propuesto que la necesidad de atraer a ciertas aves causa que algunas plantas provean a sus frutos de colores más vistosos. Eso explicaría que en su distribución más austral, T. corymbosus presente frutos verdes; el monito del monte no discrimina en función del color ya que es un animal nocturno.28 30
La efectividad del monito del monte como dispersor de semillas ha sido confirmada en varios estudios. Es capaz de ingerir semillas y después expulsarlas sin causarles ningún daño, por el contrario, ayuda a su germinación y les confiere un abono natural. De hecho, estudios han demostrado que las semillas de T. corymbosus, A. chilensis y A. microphylla que han pasado por el tubo digestivo del monito del monte presentan mayores índices de germinación que las plantadas directamente en el sustrato. Además, el rol del monito del monte es especialmente evidente en el caso de las hemiparásitas, como T. corymbosus, ya que necesitan germinar sobre algún tronco o rama. Un estudio mostró que solo el 10% de las semillas defecadas por D. gliroides cayó al suelo, el 90% germinó, y la mayoría desarrolló rizoides, una especie de raíz con la cual las hemiparásitas se fijan a su hospedador.
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